Aplicación en particulares, pensionistas o desempleados: cómo funciona la Ley de la Segunda Oportunidad

La situación de sobreendeudamiento afecta cada vez a más personas en España. No importa si se trata de un trabajador por cuenta ajena, una persona jubilada o alguien en situación de desempleo: cuando las deudas se acumulan y los ingresos no alcanzan para cubrir lo básico, la ansiedad y el miedo se apoderan del día a día. Por suerte, existe una herramienta legal pensada precisamente para estos casos: la Ley de la Segunda Oportunidad. Su aplicación en particulares, pensionistas o desempleados ha permitido a miles de personas cancelar sus deudas y empezar de nuevo.

Desde Law&ko, queremos acompañarte con cercanía y profesionalidad en este proceso. Este artículo te guiará paso a paso sobre la aplicación en particulares, pensionistas o desempleados, explicando en detalle quiénes pueden acogerse, cómo funciona el procedimiento, y qué requisitos debes cumplir.

¿Qué es la aplicación en particulares, pensionistas o desempleados?

La Ley de la Segunda Oportunidad, vigente desde 2015 y reforzada por reformas posteriores, es un mecanismo legal que permite a personas físicas cancelar sus deudas de forma definitiva si cumplen ciertos requisitos. La aplicación en particulares, pensionistas o desempleados implica que cualquier persona no empresaria que se encuentre en situación de insolvencia puede acogerse al procedimiento, independientemente de su edad o situación laboral.

En práctica, esto significa que:

• Un trabajador por cuenta ajena que ha perdido el empleo puede cancelar sus préstamos.
• Un pensionista con deudas acumuladas por avalar a un familiar puede liberarse de ellas.
• Una persona desempleada sin bienes a su nombre puede solicitar la exoneración.

El objetivo es claro: permitir a personas de buena fe empezar de cero.

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¿Quién puede acogerse a la aplicación en particulares, pensionistas o desempleados?

La aplicación en particulares, pensionistas o desempleados está pensada para cualquier persona física que se encuentre en situación de insolvencia, es decir, que no puede hacer frente a sus deudas con su patrimonio o ingresos actuales.

Algunos perfiles típicos:

1. Particulares con tarjetas de crédito impagadas, préstamos personales o microcréditos.
2. Pensionistas que avalaron deudas familiares o arrastran impagos de hipotecas anteriores.
3. Desempleados que cerraron su pequeño negocio o fueron despedidos y no pueden afrontar sus compromisos.

Es importante destacar que no se exige tener ingresos mínimos ni propiedades. Lo que se exige es actuar con buena fe.

Requisitos clave para la aplicación en particulares, pensionistas o desempleados

Para que la aplicación en particulares, pensionistas o desempleados tenga éxito, deben cumplirse los siguientes requisitos:

Estado de insolvencia real, actual o inminente.

• Buena fe del deudor: no haber ocultado bienes, no haber rechazado ofertas de empleo razonables, colaborar con el juzgado.
• Intento previo de acuerdo extrajudicial de pagos (AEP), salvo excepciones.
• No haber sido condenado por delitos socioeconómicos (estafa, blanqueo, etc.) en los últimos 10 años.
• Límite de deuda: hasta 5 millones de euros.

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¿Cuánto tiempo tarda el proceso de aplicación en particulares, pensionistas o desempleados?

El procedimiento completo de aplicación en particulares, pensionistas o desempleados suele tardar entre 6 y 12 meses, dependiendo del volumen de deudas, la colaboración del deudor y la carga de trabajo del juzgado.

Fases del procedimiento:

• Preparación documental y asesoramiento.
• Solicitud de acuerdo extrajudicial de pagos ante notario, registro mercantil o cámara de comercio.
• Concurso de acreedores en caso de que el acuerdo no prospere.
• Solicitud del BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho).

Contar con un despacho como Law&ko agiliza los trámites y evita errores formales que podrían retrasar el proceso.

¿Qué pasa si tengo avalistas o bienes con la aplicación en particulares, pensionistas o desempleados?

Uno de los puntos que genera más dudas en la aplicación en particulares, pensionistas o desempleados es el efecto sobre los avalistas o los bienes del deudor.

1. Avalistas: La Ley de la Segunda Oportunidad solo exonera al deudor principal. Los avalistas pueden seguir siendo reclamados, salvo que también se acojan al procedimiento.
2. Bienes: En la mayoría de los casos, si la persona no tiene bienes embargables, no se pierde nada. En otros casos, se puede conservar la vivienda si hay acuerdo con el acreedor o no hay valor de mercado claro.

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La Ley de la Segunda Oportunidad ha mejorado su aplicación en particulares, pensionistas o desempleados con deudas públicas. Desde la reforma de 2022, se permite exonerar parte de las deudas con:

1. Agencia Tributaria (AEAT)
2. Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS)

Límites de exoneración:

1. Hasta 10.000 euros por organismo (total de 20.000 euros entre ambos).
2. El resto se puede aplazar o fraccionar.

Conclusión

La aplicación en particulares, pensionistas o desempleados es una vía real, legal y efectiva para quienes están atrapados por las deudas. No es necesario tener bienes, ni ingresos altos, ni una situación laboral concreta. Lo que se necesita es informarse, actuar con buena fe y contar con el apoyo adecuado.